Simple Minds conquista Valencia con un concierto inolvidable

Anoche en los Jardines de Viveros vivimos algo más que un concierto. Fue una experiencia compartida, intensa y profundamente emocionante que aún resuena en cada rincón de mi memoria. La mítica banda escocesa Simple Minds, liderada por el incombustible Jim Kerr, ofreció una actuación que rozó lo sublime ante un aforo completamente lleno. Las 5.000 personas presentes sabíamos que sería una velada especial, pero superó cualquier expectativa.

Desde el primer acorde, la energía fluyó con naturalidad entre el escenario y el público. Jim Kerr y su banda nos envolvieron en una atmósfera vibrante, donde cada canción se convirtió en un puente emocional entre generaciones. El momento más esperado llegó con «Don’t You (Forget About Me)», coreada al unísono con una fuerza casi ritual, como si todos compartiéramos una misma historia. Fue pura emoción.

Simple Minds en Valencia por quique cuevas

Simple Minds en Valencia por quique cuevas

Pero si tengo que destacar un instante por encima de todos, sin duda fue Someone Somewhere In Summertime. Cuando sonaron sus primeros acordes, el tiempo pareció detenerse. Se creó una especie de burbuja luminosa que transformó el concierto en una experiencia íntima. Cerré los ojos y me dejé llevar: melancolía, esperanza, belleza. El público, casi en reverencia, acompañó con respeto y emoción un tema que se sintió como una caricia colectiva.

La banda tampoco olvidó el contexto emocional que vive nuestra tierra. En varios momentos recordaron a las víctimas de la DANA, dedicándoles una canción que fue recibida con aplausos y emoción contenida. Fue un gesto sincero que dejó claro que la música también puede ser consuelo.

Lo vivido anoche fue irrepetible. Valencia se convirtió en escenario de una celebración sonora y emocional, y yo me siento afortunado de haber formado parte de ella.

Simple Minds en Valencia por quique cuevas

Simple Minds en Valencia por quique cuevas